Trato bien: por una crianza saludable y respetuosa

Unicef, ANEP y Plan Ceibal relanzaron la campaña “Trato Bien”, con el objetivo de concientizar a las familias sobre las consecuencias de la violencia en la crianza y brindar herramientas concretas de puesta de límites saludable.

Entre los materiales de la campaña se incluye la publicación Trato bien. Guía para la puesta de límites no violentos en el ámbito familiar, dirigida a madres, padres y adultos al cuidado de niños, niñas y adolescentes. Además, está disponible una serie de videos con recomendaciones para la puesta de límites.

La violencia en la crianza

Muy a menudo, las pautas de crianza de niños, niñas y adolescentes se basan en el uso de la agresión física o verbal. Sin embargo, es posible cuidar y educar desde un enfoque de crianza positiva, y más si tenemos en cuenta que el propósito último del cuidado no es otro que ayudar a que desarrollen su autoestima y las habilidades necesarias para ser felices.

“El desarrollo pleno de una persona […] solo es posible si se desarrolla y convive en entornos afectivos seguros y protectores. Y en el caso de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes esto solo es posible si los adultos responsables de su cuidado garantizan un entorno de seguridad en todos los espacios de crianza y convivencia. La protección de todo niño, niña y adolescente implica crear ese espacio de buen trato afectivo que esté libre de cualquier forma de violencia, abuso o explotación y en el que los adultos siempre se rijan por el interés superior del niño y el respeto a sus derechos humanos” (Aldeas Infantiles, 2018b, p. 5).

El buen trato y los vínculos libres de violencia benefician la autonomía, la autoestima, la seguridad, la identidad y la disponibilidad para establecer relaciones interpersonales a lo largo de la vida.

Disciplina positiva

La disciplina positiva es una herramienta de crianza que enfatiza los principios de dignidad, respeto y generosidad entre adultos y niños. Promueve actitudes positivas y de reconocimiento hacia niños y niñas, y enseña a los adultos a utilizar amabilidad y firmeza al mismo tiempo.

Para ejercer la disciplina positiva, y para ejercer el cuidado en términos generales, los adultos necesitamos ser capaces de desarrollar la afectividad consciente, es decir, una afectividad que debe ser cultivada y buscada con consciencia, de forma sistemática y cotidiana. Solo así es posible potenciar al máximo el desarrollo de niños, niñas y adolescentes.

Los pilares de la disciplina positiva son:

  1. Respeto mutuo: respetar las necesidades de todos, adultos y niños, en cada situación que presenta la vida familiar.
  2. Aprender de los errores: buscar las razones que hacen actuar a los niños de cierta manera y trabajar sobre esas razones para cambiar la creencia en lugar de intentar cambiar solamente el comportamiento.
  3. Sin castigos: enfocarse en soluciones en lugar de en castigos.
  4. Comunicación efectiva: resolver problemas fomentando el sentido de comunidad y conectando con el niño.
  5. Alentadora: poner la atención en el esfuerzo y la mejora, no solo en el éxito.

Cifras de violencia hacia niños y niñas en Uruguay

Según datos del Sistema Integral de Protección a la Infancia y Adolescencia contra la Violencia (SIPIAV), en 2019 se registraron de manera formal en nuestro país 4.774 situaciones de violencia hacia niños, niñas y adolescentes, es decir, más de 13 por día.

En estos casos, el 91% de las personas agresoras fueron familiares directos o integrantes del núcleo de convivencia y la mayoría de las situaciones en las que se intervino pueden ser caracterizadas como crónicas y recurrentes. Además, se identificó que el 60% de los niños involucrados presentaba dificultades para reconocer la violencia sufrida, lo que mucho nos dice sobre la naturalización del fenómeno en nuestra sociedad y la necesidad de repensar la forma en la que cuidamos a nuestros niños y niñas.

Aquí pueden encontrar todos los materiales de la campaña Trato bien, realizada en conjunto por la ANEP, el Plan Ceibal y Unicef, así como recomendaciones para educar sin violencia según diferentes grupos de edad.

Fuentes: